Igual que siempre las callejuelas de Baeza son un hervidero de sociedades gastronómicas y pequeños establecimientos donde la doctrina de la tapa se multiplica hasta lo indecible. El Arcediano dibuja uno de los perfiles más auténticos del entorno. Nos encontramos en la Barbacana, entre la Torre de los Aliatares o del Reloj y la zona Patrimonio de la Humanidad.